La Olla Ferroviaria se conoce como un artilugio rudimentario de metal que daba de comer a los ferroviarios de La Robla, que se convertían en cocineros de lujo a pie de andén, en la estación de 1ª categoría de Mataporquera.
Fue en el tren de La Robla (Ferrocarril Bilbao-La Robla), inaugurado en 1894, donde se guisó la primera olla ferroviaria por parte de los sufridos maquinistas, fogoneros y guardafrenos de la época. En un trayecto tan largo como el Bilbao-León, el mayor de Europa de vía estrecha, con locomotoras de vapor, recorriendo una zona de España austera y en una época en la que la restauración brillaba por su ausencia, no quedaba mas remedio que buscarse la vida para comer caliente, bien y de forma económica.
La Olla Ferroviaria o Puchera Ferroviaria consiste en un puchero de porcelana o cazuela de barro con tapa, abrazado en su parte alta por un collarín con asas.
El cuerpo externo de la ollas ferroviarias es un cilindro al que se aplican varias inserciones: Una ventana en la parte más baja como tiro principal, una serie de perforaciones en la parte más alta para la salida de humos, un asa para su transporte y normalmente 3 patas para una correcta sujeción.
El fondo de este cilindro esta rematado por un cono con perforaciones y una parrilla donde se produce la combustión del carbón para facilitar el tiro y la evacuación de cenizas.
El puchero tomado por las asas del collarín se introduce en este cuerpo externo, quedando suspendido. Así el aire caliente de la combustión del carbón está en contacto con el fondo y todo el contorno del puchero, antes de salir al exterior por las perforaciones de la parte alta. El puchero rodeado de aire caliente a temperatura constante y no muy elevada, realiza una cocción lenta y garantiza el éxito culinario de las Ollas Ferroviarias.
La Olla Ferroviaria o Puchera Ferroviaria consiste en un puchero de porcelana o cazuela de barro con tapa, abrazado en su parte alta por un collarín con asas.
El cuerpo externo de la ollas ferroviarias es un cilindro al que se aplican varias inserciones: Una ventana en la parte más baja como tiro principal, una serie de perforaciones en la parte más alta para la salida de humos, un asa para su transporte y normalmente 3 patas para una correcta sujeción.
El fondo de este cilindro esta rematado por un cono con perforaciones y una parrilla donde se produce la combustión del carbón para facilitar el tiro y la evacuación de cenizas.
El puchero tomado por las asas del collarín se introduce en este cuerpo externo, quedando suspendido. Así el aire caliente de la combustión del carbón está en contacto con el fondo y todo el contorno del puchero, antes de salir al exterior por las perforaciones de la parte alta. El puchero rodeado de aire caliente a temperatura constante y no muy elevada, realiza una cocción lenta y garantiza el éxito culinario de las Ollas Ferroviarias.
Desde 2024 Pilar Meana es Embajadora de la Casa De La Putxera Ferroviaria en Asturias y Ferroviaria de pleno derecho por sus conocimientos de las Ollas Ferroviarias / Putxeras.
La Cantina de Villalegre y Casa Repinaldo (Candás) se han unido en la denominada Alianza Asturiana de la Olla Ferroviaria, una iniciativa con la que se quiere dar a conocer este tipo de guiso. El pasado 19 de marzo, en Avilés y en Candás se celebraron sendos actos para dar un paso más en la promoción de este plato.
La Cantina de Villalegre, junto al Ayuntamiento de Avilés, entregaron la primera Olla Solidaria al Albergue de personas sin hogar de Avilés. Por iniciativa de nuestra cocinera Pilar Meana, se ha hecho entrega al centro de esta primera ‘olla solidaria’ en reconocimiento de la labor que realizan tanto los trabajadores del centro como sus usuarios.